Se desmantelan escuelas de fútbol de Paseo Vargas
40% de los niños se retiraron por la falta de espacios idóneos para entrenar
La escuela Cristo Te Ama, una de las desalojadas del campo de Paseo Vargas, ahora entrena en el parque Los Caobos MANAURE QUINTERO
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martes 28 de junio de 2011 12:00 AM
Los entrenadores deportivos y los alumnos de las seis escuelas de fútbol que desalojaron del campo de Paseo Vargas han seguido de cerca lo que en ese espacio ha hecho la contratista Cariven 123 desde hace dos mese: nada. "No han abierto ni un hueco, no hay máquinas", comenta el instructor Wilfredo Montaño.
Mientras tanto, los profesores improvisan canchas para que el proyecto que iniciaron hace una década y que aglutina a 1.200 niños siga respirando. "Estamos buscando sobrevivir como podamos. Donde haya algún lugar para hacer un trabajo técnico-táctico lo utilizamos para mantener la máquina encendida", cuenta Gustavo Lira, profesor de la escuela San Agustín.
Esto explica que el instructor Juan Carlos Pacheco y sus alumnos del Club Atlético Nacional de Caracas, otro de los grupos afectados, estén entrenando en un campo de béisbol en la avenida Lecuna donde le cedieron un espacio de 5 pm a 8 pm en el que practican sin ningún tipo de iluminación.
Hay dos escuelas que se mudaron al parque Los Caobos, a un campo que no reúne las condiciones básicas, pero al que llegaron movidos por la desesperación. "Si no hay donde entrenar, estas organizaciones deportivas tienden a desaparecer. Se pierde la secuencia del trabajo", lamenta el profesor Manuel Castro, de la escuela Enmanuel que forma a pequeños futbolistas de Pinto Salinas.
Desde la segunda semana de mayo algunos niños de las escuelas de fútbol Candelaria y San Agustín comenzaron a improvisar sus habituales prácticas en lo que fue el coso taurino del Nuevo Circo. El Núcleo Endógeno Cultural que está a cargo del lugar les cedió el terreno para entrenar lunes, miércoles y viernes. Pero el jueves pasado una noticia llenó de más incertidumbre el panorama de los pequeños futbolistas.
Montaño no podía contener su desconsuelo. "¿Para dónde me voy yo ahora con mis muchachos?", se preguntaba luego de los que encargados del Nuevo Circo le anunciaran que en dos semanas el coso taurino se utilizará, como otros años, para instalar la carpa donde se realizan las funciones circenses cada temporada vacacional.
Lo que más le preocupa a Lira es la cantidad de niños que se han retirado de las escuelas de fútbol. "Si a los padres no les gusta o no les conviene el nuevo lugar de entrenamiento los sacan". Según Montaño, 40% de los pequeños se han ido.
Al quedarse sin sede, los gastos operativos han aumentado.
"Ya no tenemos en donde recibir a los equipos. Eso genera gastos a los representantes porque para salir a otras canchas tenemos que alquilar un autobús. A esto se suma los costos de marcar el campo y de arbitraje. Antes hacíamos subcampeonatos internos ahora tenemos que jugar en externos", explica Montaño. Los padres de muchos de los niños no tienen manera de asumir los nuevos gastos. Son familias de zonas humildes. Castro pide una colaboración semanal de Bs 12. Pero solo paga el que puede. Unos niños financian a otros.
Lira recuerda que la de Paseo Vargas era la única cancha en Caracas donde se hacía fútbol todo el año porque no daban vacaciones. "Cuando nos sacaron no hubo consulta alguna. A nosotros nos tocó luchar por ese espacio y enfrentarnos físicamente con indigentes y delincuentes", recuerda Montaño.